jueves, 23 de mayo de 2013

Nothing else matters, that the way to take your own life.

Nuestra ética-moral es extraña.

Convivimos con ella, prácticamente chupando del bote.
¿Podríamos sobrevivir sin ella?
Parece difícil (y lo es), pero no imposible.

Atenernos a las normas del vacío parece complicado. ¿Porqué?
Tendríamos que culpar de ello a nuestra propia humanidad.
Si se piensa, se nos ha condicionado para vivir sin opinar realmente de lo que es vida, sujetos con una correa al cuello de la mano de los cánones especificados.

Pocos han conseguido traspasar esa barrera.
Pero esos afortunados sólo se le dedican varias cosas:

¿Pero a dónde vas con esos pensamientos? ¿Realmente te ves bien con ese aspecto? ¿Te parece bonito? ¿Pero qué mierda de música escuchas? ¿Te crees que los demás te apoyarán?

Es arriesgado cruzar esa línea, dijeron. 
Nadie te apoyará, dijeron.
No hay nadie que piense como tú.

Vayámonos de ese lugar. No nos merecen ahí. Merecemos ser escuchados. A los muchos que no les guste, que giren la cabeza al pasar y que no miren.

Si es nuestra vida, y está para vivirla, que sea a nuestro modo.

No dejes que te manipulen, cúbrete tus sentimientos para que cualquier imbécil no te derrumbe a la primera.

Mira desde abajo a los que se sientan superiores, ignóralos al pasar.

No te fíes de todo del que te salude y te trate bien momentáneamente. Grábate a fuego en la mente que, si realmente te quieren y te aprecian, estarán a tu lado cuando te caigas y te hagan daño, cuando te desmorones y cuando cada palabra te siente como una tonelada de arena encima, te cogerá de la mano y te abrazará hasta que la última de tus lágrimas caiga en su camiseta.

Ten tu propia ideología.

No te dejes arrastrar por nadie.

Y sobretodo,   
Be yourself. And fuck you all.